Según los informes, se cree que una niña que dio a luz a los 11 años es la madre más joven en el Reino Unido cuya familia desconocía que estaba embarazada.
La joven, que tenía 10 años cuando quedó embarazada, dio a luz a principios de este mes y tanto la madre como el bebé están sanos, afirma el Sun.
Ahora los servicios sociales están investigando las circunstancias que rodearon el embarazo y hablando con su familia, que desconocía el embarazo, añade el periódico.
Una fuente le dijo a The Sun: “Ha sido una gran sorpresa. Ahora está rodeada de ayuda
experta. Lo principal es que ella y el bebé estén bien.
“Hay preguntas sobre por qué la gente no lo sabía. Eso es muy preocupante”.
Se dice que la anterior madre más joven fue Tressa Middleton cuando dio a luz en 2006,
a los 12 años, pero se vio obligada a renunciar a ella después de confesar que el padre
de la niña era su hermano, quien la violó.
Tressa Middleton era la madre más joven de Gran Bretaña cuando tuvo una hija en 2006.
El récord de padres más jóvenes fue un padre de 13 años y una madre de 12 años
cuando tuvieron un hijo en 2014.
La pubertad normalmente comienza alrededor de los 11 años en las niñas, pero puede
extenderse entre los ocho y los 14 años, y el peso influye.
Existe un mayor riesgo de que se desarrollen problemas cuando las niñas más pequeñas
están embarazadas, incluidos parto prematuro, infecciones y preeclampsia.
Estos panoramas pasivos, típicos en muchas parejas, y la cantidad de alimento que
ingieren son las claves del aumento de peso.
Otro punto clave es que las parejas felices y satisfechas “se relajan” al saber que atraen a
su compañera o compañero no sólo por cuestiones estéticas y esto les tranquiliza a la
hora de comer.
Según el estudio hay tres etapas en que las parejas comienzan a aumentar de peso: El
período de relax que sigue a la sensación de enamoramiento intenso, tras las discusiones
y peleas y luego de un embarazo.
Las parejas enamoradas tienden a comer más de la cuenta. El estudio demostró que
cuando se come acompañado, se ingieren en promedio, 35% más de alimentos de lo
normal. Además, la alimentación está ligada a los sentidos y a los vínculos, que son dos
aspectos que se estimulan cuando se está en pareja.
Las parejas que conviven también engordan, en especial las mujeres, ya que al cocinar
juntos todas las comidas, se deja de lado el hecho de que las necesidades calóricas de las
mujeres no son las mismas que la de los hombres. Muchas mujeres cambian
completamente sus hábitos alimentarios, comiendo cosas que incluso antes de la vida en
pareja no les gustaban.
Las mujeres que conviven con sus parejas también desarrollan una distorsión del tamaño
de las porciones que ingieren, y muchas de ellas admitieron comer la misma cantidad
que su pareja, o incluso porciones más grandes.
Otro estudio similar del Centro Nacional para la Información Biotecnológica de EE.UU.
(NCBI) examinó el comportamiento de 169 parejas en sus matrimonios tras cuatro años.
Midieron sus peso, altura, satisfacción marital, estrés, entre otras variables y llegaron a
similares conclusiones.